De Edimburgo a Australia con escala en Invernalia

viernes, junio 19, 2015

 Kilt Rock (Skye Island)
El verano y las vacaciones se preveían intensos, sin mucho tiempo para el descanso y con la posibilidad de agotar las desgastadas suelas de mis zapatillas. No tenía ninguna intención de comprarme unas nuevas a cinco días de coger el avión y asegurarme unas rozaduras en mis pies.

La ropa a elegir para mi asueto de Agosto era un poco peculiar, es jodido reconocerlo, pero cuando dentro de la maleta tienes que meter un txubasquero y algo de ropa de abrigo solo puede significar dos cosas: que eres un avefría o que te desplazas a una latitud en la que el tiempo es un poco cabrón. Ciertamente uno es un poco “avefría”, la fama me la he ganado merecidamente, pero el tiempo que estaba haciendo en Escocia aquel verano del año 2000 era horrible, máximas de dieciocho grados y el Rey Sol con poca intención de dejarse ver en los diez días que duraría el tour por tierras bravas.

Edimburgo nos recibió con el clima esperado, una especie de sirimiri y temperatura inferior a los dieciséis grados, idílico, sabíamos dónde nos metíamos, ! haber elegido Málaga ¡ decía mi subconsciente.

La expedición a Escocia la formábamos cuatro amigos, era el segundo verano que coincidíamos las mismas personas, el año anterior habíamos estado en Berlín y no nos fue mal la convivencia viendo que nuestros caracteres eran muy diferentes, congeniamos sin problemas.  El plan una vez llegados a Escocia era establecerse los primeros días en Edimburgo, alquilar un coche y darnos un paseo por el país. En esta ocasión las vacaciones iban a ser algo más aventuradas, en el anterior viaje tuvimos asegurada la cama desde el principio, pero en este fue diferente, ya que solo teníamos reservados los tres primeros días de "Hostel" en Edimburgo. El resto del viaje lo haríamos a pelo, reservando sobre la marcha, muchas veces in extremis, siempre tuve la sensación de que alguno de esos días acabaríamos durmiendo en el coche, por suerte no fue así.

A la hora de elegir alojamiento intentábamos evitar los Hostels guarros, pero cuando no había más remedio y se nos echaba la noche encima hacíamos de tripas corazón, teniendo que regentar horribles habitaciones con esa moqueta “acarosa” que tanto gusta en las Islas. La mayoría de las veces procurábamos alojarnos en algún "Bed & Breakfast" regentado por la típica señora Británica estilo Margaret Thatcher, algo más caros, pero al menos sabias que las sabanas y los baños estaban limpios, además asegurabas que a la mañana siguiente te esperaría un desayuno copioso: "huevos, bacón, zumo, incluso las peligrosas beans", es jodido compartir un coche después de que cuatro tíos se hubieran apretado un platazo de alubias, por suerte éramos ligeramente civilizados y no se produjo ningún problema de convivencia.
Castillo de Edimburgo
Edinburgh Castle
Las primeras salidas nocturnas para tomar el pulso de Edimburgo se produjeron entre semana, por lo que el ambientazo no era excesivamente grande. Solíamos subir a la Royal Mile y recorrer las calles del casco antiguo en busca de un Pub con algo de ambiente musical.  The Last Drop acostumbraba ser una de las opciones iniciales, era donde caían las primeras medias pintas de Tennents, aunque he de reconocer que el primer día fuimos de pardillos, ya que por ir a pedir en plan indio (for-of-dis-plis)  señalando uno de los grifos, nos tuvimos que beber una especie de Sidra, que bueno, no estaba mal, pero no nos habíamos recorrido 1.500 kilómetros para ahogarnos en litros de sidra carbonatada y dulzona. Como castigo no volví a llevar el bote en todo el viaje.

Una vez sobrepuestos del affaire con la Sidra, seguimos el periplo cervecero siendo el siguiente local un pub algo menos tradicional y folclórico que el anterior. Recuerdo vagamente que tenía dos plantas. Las chicas que estaban en ese momento en el garito eran las típicas "British Girls", haceros a la idea, noche lluviosa, catorce grados en la calle y ellas todo monas con sus vestiditos cortos, hombros descubiertos, sandalias de verano y caras muy sonrosadas. Las importaban tres narices el tiempo que hacia en la mierda de verano que nos había tocado, ellas habían comprado el atuendo veraniego y debían lucirlo costase lo que costase. En cuanto a sus coloretes en las mejillas, podían estar ocasionados o bien por estar dándolo todo en la pista o por hacer un buen uso de la "Happy Hour", creo que una mezcla de ambas cosas.

En un momento dado comenzó a sonar "Rock DJ" de Robbie Williams, las señoritas entraron en shock y comenzaron a enloquecer. En las pantallas del pub estaban proyectando el vídeo. A cada prenda que se quitaba el Macho Alfa Británico ellas se envalentonaban todavía más, sus movimientos  se hacían más indecorosos, nosotros estábamos alucinando, en Bilbao este comportamiento no solía darse entre las féminas, no estábamos acostumbrados ni preparados para ello. Alguno de nosotros bailaba con mayor o menor soltura, mi gracejo bailongo siempre fue bastante pobre, aunque os puedo asegurar que lo que mejor se nos daba era imitar los numerosos gestos obscenos que el histrión británico interpretaba en su vídeo, siempre fuimos una "panda de gansos", imaginároslo.

A mitad del vídeo, Robbie se quitó los pantalones y mostró el tigre… de su ropa interior. La situación en la pista de baile se ponía peligrosa, las dejamos solas en el centro de la pista y nos alejamos ligeramente de las proximidades para acabar en un discreto rincón, no era cuestión de finalizar devorados a las primeras de cambio por un grupo de “Británicas desinhibidas”, ¿o realmente era a lo que habíamos ido a Escocia?.


Una vez fuera de peligro, embriagados como es debido  por la Cerveza tostada y de camino cuesta abajo hacia nuestro Hostel ubicado en la parte nueva, llegamos a la conclusión de que la mezcla Robbie Williams más Happy Hour era algo peligrosa y delicada, el resto del viaje procuraríamos huir de las Horas Felices, a nosotros también nos podía llegar a afectar gravemente, sonrojando nuestras mejillas y nublando nuestro escaso juicio.

Después de esos tres días de paseo por Edimburgo con la típica y obligada visita al Military Tattoo, pusimos rumbo a “Invernalia”, sorry, Inverness (estoy mediatizado por Juego de Tronos). El tiempo en el norte era todavía más desapacible, menudo veranito nos esperaba. Rápidamente escapamos de Inverness y bajamos a Loch Ness en busca de “Nessie” para más tarde pasearnos por la inhóspita Isla de Skye y contemplar los acantilados de Kilt Rock.

El tramo final del periplo Escoces lo dedicaríamos a seguir descendiendo con el rumbo fijado en Glasgow, no sin antes hacer la visita obligada al Castillo de “Eilean Donan”, si viste la película “Los Inmortales” de  Christopher Lambert y Sean Connery sabrás de cuál te hablo. Continuamos trayecto hacia Fort William, nos mojamos los pies en Loch Lomond y encaminamos nuestros pasos  hacia la civilización.

Una vez llegado a Glasgow aparcamos nuestras mochilas en un apartamento bastante decoroso. Con las fuerzas justas después de tantas millas, lagos, castillos y conducir por el lado equivocado, decidimos reducir ligeramente la dosis diaria de Half Pint, nuestro cuerpo se asemejaba a un Cactus, tenía la suficiente humedad como para aguantar meses sin probar una gota de Cerveza o cualquier otro tipo de líquido.

Quedaban pocos días para volver a casa y la única noche que íbamos a pasar en Glasgow no era cuestión de desperdiciarla lléndonos a la cama temprano, estuvimos tentados, pero era el momento de echar el resto y apurar las últimas horas.
Galería de Arte Moderno (Glasgow)
Glasgow Modern Art Gallery
Después de cenar alguna "guachada británica", joder que mal comen estos Hijos de la Gran Bretaña, visitamos un par de pubs, en uno de ellos mientras degustábamos la pinta de rigor comenzó a sonar “What You Need” de INXS, no suelo ser objetivo cuando hablo de los australianos, fue uno de esos grupos que me marcó. El disfrute lo tenía asegurado, disfrute individual, ya que el resto de acompañantes estaban enfrascados en alguna tertulia sobre la inmensidad del Éter. He de reconocer que cuando una conversación no me interesa, mi cabeza suele entrar en modo "ahorro de energía" o irse a otro lugar ajeno a la conversación, en este caso mis neuronas estaban ocupadísimas intentando seguir el ritmo y letra del temazo de los chicos de Perth, mis amigos estaban a mi lado físicamente pero mi cabeza no podía estar más lejos.

La verdad es que en todo el viaje no había podido disfrutar de la música que a mí me gustaba por aquel entonces, esperaba escuchar más música patria, acabé un poco saturado de "Las Gaitas" y eche en falta a grupos como Texas Gun, tan solo el Rock DJ anteriormente mencionado y algún otro Hit veraniego, muy poca cosa, por lo que What You Need aliviaría mi sequía musical.

Animado por el "ritmo machacón" comencé a canturrear la canción con ligero ímpetu, me estaba divirtiendo, que más podía pedir, buena música, una ½ pinta que me estaba sabiendo a gloria y a mi izquierda un grupo de cuatro chicas disfrutando también con la música de INXS.

"Hey, here is the story
Forget about the trouble in life
Don't you know, it's not easy
When you gotta walk upon that line"

Tres de ellas con “envoltura very British”, blancas de tez, pero la cuarta tenía un aspecto menos isleño, morenaza de ojos marrones y con cara de simpática. Ya había cruzado un par de miradas con ella unas canciones atrás, uno es un poco despistado pero cuando veo una cara amable me pierdo.  Tampoco soy un Killer de la pista ni un maestro de la comunicación verbal, necesito más de una señal para poder acercarme a una fémina y entablar una conversación amena. Imaginaros el hándicap que suponía estar en país ajeno con un idioma que no dominaba, eran las condiciones idóneas para agachar la cabeza y mirar para otro lado, pero gracias a la valentía que me dio la ½ pinta decidí que no era día ni lugar para ello. En un alarde de desinhibición me acerqué a ella sin pensar ni qué la iba a contar ni como me iba a comunicar. Me recibió con su increíble sonrisa, creo que el hecho de verme disfrutar con What  You Need bajó sus defensas.

La conversación la inicie con el clásico “Hi, Where are yo from”, si algo tenía claro es que la chica no tenía rasgos Escoceses así que lo primero era identificar su procedencia, me respondió con simpatía que era de Australia, estaba claro el motivo por el que también disfrutaba con la canción. Continuamos la conversación hablando sobre INXS, intentaba expresarme con mi pobre ingles todo lo que me gustaba el grupo Australiano, y ella. Mis neuronas se sobre calentaban con la traducción simultánea.

La verdad es que no sé si me estaba entendiendo algo, al menos no dejaba de sonreír, no sabía si se descojonaba de mi ingles bilbaíno o realmente le parecía un tío simpático. Por si la traducción simultánea no fuera suficiente para mí, cada vez que sonreía me desarmaba por completo, lo que hacía que mi cerebro trabajara al límite, no quería perderme ningún detalle de su divinidad pero también necesitaba que me entendiera. Creo que ella se estaba dando cuenta de mi sobre esfuerzo porque en un momento dado me dijo:  ¿Sabes que el año pasado estuve una temporada en Italia, ma parlo italiano benissimo?, buff, respire con cierto alivio. A ver, no es que de repente supiera italiano, pero entre no tener mucha idea de expresarme en ingles gracias a mi limitado vocabulario y al menos entender su gracioso acento transalpino… decidimos continuar la animada conversación, ella en italiano y yo en castellano, tuve suerte, porque comenzamos a comunicarnos mucho mejor, la tensión se evaporo y la sonrisa apareció en mi cara.

La escena surrealista de Glasgow encajaba perfectamente en una película de Woody Allen… una morenaza australiana “comunicándose” en italiano con un bilbaíno en un Pub Escoces, no me costaría nada ser el Alter Ego de Allen en alguna de sus películas.

Varios días después, la expedición a Escocia aterrizaba en Sondika con un sol de justicia y la maleta llena de mantas escocesas y sonrisas australianas. A la familia no le hizo ni puñetera gracia recibir como regalo una manta en pleno mes de Agosto, yo creo que se esperaban un Whisky Escoces de diez años…

Enjoy

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4 comentarios

  1. Me da a mí que hay cosas de ese viaje que no has querido contar...pero bueno, esta versión light tampoco está mal. El resto tendremos que imaginárlo o sonsacártelo en privado cerveza en mano.

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  2. Medias pintas?..... medias pintas......?. Cuanta nenaza suelta. Espero que dijerais que erais de La Rioja o de Castro y no de Bilbao.... y que la australina te cantara " I need you tonigth..."

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